LLOVIENDO

Caminaba el caminante en el pasado. Cada paso era un dejavú, cada pisada un recuerdo mas. Mas felices por siempre, no siempre. Risas del ayer que son silencios hoy. Cuánta añoranza en el corazón que camina. Cuánto cariño que duele en el presente.
Frío en la mejilla, resbala hasta el mentón. Frío de nuevo, hasta el esternón y empapa de melancolía. Mira al cielo, se esta derritiendo. Los árboles, las hojas, la tierra, las piedras, todo se funde. Un charco en sus pies ¿Se estará derritiendo también? Quizás, pero sigue caminando. Hace frío y sigue caminando. ¡Qué asombroso, sigue caminando! No busca calor, no busca cobijo, no se detiene para descansar, ya has dormido lo suficiente ¿verdad?
Gotas sobre el caminante como tomates al mal espectáculo, y el show debe continuar. Porque el caminante ya no camina en el pasado; en cuanto cayó el aguacero volvió a este triste y vacío camino. Su maldición no le permite voltear, no quiere volverse de piedra. Y NADIE QUIERE SER DE PIEDRA.

Un temporal doloroso. No hay manera de evitarlo, sólo debe seguir de frente. Bueno sí, hay manera de evitarlo. Lo lógico, lo normal, lo que tú y yo haríamos pero no. Él no piensa así, porque no piensa en lo que le conviene, él piensa en lo que debe hacer; qué es lo que está bien. Es su camino, es su caminata, es su forma de ver la vida. Además está sólo, no podríamos decirle que busque refugio hasta que deje de llover, nadie está ahí para hacérselo saber. ¿Lo ves luchando contra el viento para dar un paso más hacia una nada? ¿Crees que te escucharía? ¿Que serías su amigo? ¿Te le acercarías?

No puedes.

Ya se calma el clima, garúa plácida para el corazón abatido. Refresca. Limonada para el alma. ¿Y adivina qué hace nuestro amigo peregrino? Sigue caminando (¡Oh, qué sorpresa!). Si una lluviecita no le detuvo ahora ¿por qué habría de hacerlo la garúa?
Algún día tendré el valor para acercarme a decirle que no es necesario caminar cuando se presentan tribulaciones en su camino. Que puede detenerse a descansar y que no lo voy a juzgar por eso. Que el mundo siga de frente dejándonos atrás. Que quedarse atrás y ser uno más no es malo. Pero mientras reúno el valor para explicárselo, caminar es un buen ejercicio.