INSECTO

Convertido en monstruo. Tú sólo te fuiste a dormir de la misma manera que lo sueles hacer todas las madrugadas y ahora eres un insecto gigante. Gregorio Samsa sin duda no lo vio venir, ni yo tampoco. Y aquí estoy, un escarabajo gigante intentando escribir con la punta de estas patitas peludas, tecla por tecla. No sé qué pasó, solo sé que me dormí y en algún momento de ese sueño amnésico me convertí en esto. ¿Qué misterio de la noche mi forma cambió? Y nadie me entiende. El habla humana ya no es parte de mí, y ese olor fétido y húmedo me da hambre voraz. No es una pesadilla, ya intenté despertar, soy un monstruo gigante en la vida real. Pero algo extraño sucede, nadie nota el cambio, nadie se asusta, nadie parece notar este acontecimiento. Me tratan como monstruo, pero de manera familiar, como si nunca hubiera sido humana en realidad.
Mientras observo con detalle esta nueva forma, mis lágrimas no parecen llegar, pero no quiero esta coraza, así no me quiero quedar. Y no entiendo en qué momento, si algo habré hecho mal, para ser encerrada en esta forma y nadie lo parece notar. Nadie recuerda mi forma humana, nadie me ha hablado de mi pasado. No hay alguien que me explique qué es lo que me ha cambiado. Y ahora un hueco se abre cada minuto más, en el medio de mi pecho con un dolor que no sentí jamás. Parece ser ajeno, parece familiar, se siente como en casa, se siente mal de verdad.

Consume como fuego a la vela, como la electricidad, como una droga fina, como su esposo a mi mamá. El hoyo se hace gigante y abarca casi todo mi ser, me voy desvaneciendo y no creo renacer. Me voy muriendo lento y nadie lo parece notar, mi cambio, mi muerte, mi soledad. Un extraño acontecimiento, que ya me pareció pasar. Un dejavú de sentimientos y situaciones del azar.

Voy desapareciendo, dejando en mi lugar, un vacío que lleno, nadie parecerá recordar.