Ella va con su banquito a la puerta de su casa, todos los días después de las tres. Se sienta con un libro y una taza de café. Aveces chocolate, es mejor consuelo. El frío pasa volando, se siente y no vuelve. Nunca sopla el mismo viento. Atardecer naranja, brilla como ese polo que a él le gusta usar. Llega la noche y el frío la obliga a entrar. "Creo que este día él no va a regresar". Espera su llamada un día mas, espera su llegada otro día mas, espera que la quieran un bendito día mas.
La noche y los grillos, vacíos tic tac; la luz de las nubes reflejando la ciudad. La Vaquera cabalga solitaria en la llanura de su cama, no espera nunca otro humano encontrar. Mirada fija en el ventanal "¿Cuándo podré volverlo a soñar?" Con ojos despiertos se sumerge en el sueño y nada, nada muy lejos hacia donde él esta.
Lejos de allí se encuentra el soldado, luchando las guerras que lo absorven al pasar. Un viajero valiente, el camino no parece encontrar. Con furia y desdicha, duda y frustación, persigue la estrella donde un día la vió. No esta seguro si existe o si la volverá a encontrar, solo sabe que sin ella no podría vivo estar. Por eso sigue luchando, luchando hasta el final, seguro de que así hasta ella llegará.
Amigos cercanos la quieren mover, todos los días después de las tres. "En vano esperas, aunque el te amó, la distancia y la inconstancia no tienen perdón" Duras palabras que no ayudan a sanar, solo piedras filudas que cortan a matar. Piedras desesperadas llenas de fé. Fé en tus credos, fé en tu fé; una vaga esperanza que ayuda a creer. Y ella lo sabe así que esperará, el tiempo que sea necesario aunque sus heridas no sanarán. Cuando llegue el momento en que se vuelvan a ver, todas esas cosas no volverá a temer. "Me ama, va a volver." tristes consonantes para quien no sabe comprender.
Ya van 4 años, todos los días después de las tres, que ella espera a su soldado, sentada allí ¿no la ves? Leyendo un libro, tomando un café, esperando el encuentro con la realidad. Cuando él llegue, habrán terminado, los sueños despierta nadando hacia su amado. Será real, será de verdad. Es entonces cuando podrán sentir otra vez VERDADERA FELICIDAD.
La noche y los grillos, vacíos tic tac; la luz de las nubes reflejando la ciudad. La Vaquera cabalga solitaria en la llanura de su cama, no espera nunca otro humano encontrar. Mirada fija en el ventanal "¿Cuándo podré volverlo a soñar?" Con ojos despiertos se sumerge en el sueño y nada, nada muy lejos hacia donde él esta.
Lejos de allí se encuentra el soldado, luchando las guerras que lo absorven al pasar. Un viajero valiente, el camino no parece encontrar. Con furia y desdicha, duda y frustación, persigue la estrella donde un día la vió. No esta seguro si existe o si la volverá a encontrar, solo sabe que sin ella no podría vivo estar. Por eso sigue luchando, luchando hasta el final, seguro de que así hasta ella llegará.
Amigos cercanos la quieren mover, todos los días después de las tres. "En vano esperas, aunque el te amó, la distancia y la inconstancia no tienen perdón" Duras palabras que no ayudan a sanar, solo piedras filudas que cortan a matar. Piedras desesperadas llenas de fé. Fé en tus credos, fé en tu fé; una vaga esperanza que ayuda a creer. Y ella lo sabe así que esperará, el tiempo que sea necesario aunque sus heridas no sanarán. Cuando llegue el momento en que se vuelvan a ver, todas esas cosas no volverá a temer. "Me ama, va a volver." tristes consonantes para quien no sabe comprender.
Ya van 4 años, todos los días después de las tres, que ella espera a su soldado, sentada allí ¿no la ves? Leyendo un libro, tomando un café, esperando el encuentro con la realidad. Cuando él llegue, habrán terminado, los sueños despierta nadando hacia su amado. Será real, será de verdad. Es entonces cuando podrán sentir otra vez VERDADERA FELICIDAD.
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