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En un dia como cualquiera desde la existencia de la humanidad, una chica a quien llamaremos Susana se encontraba sumida en sus infantiles pensamientos; tan profundamente, que la desconectaban del mundo a su alrededor. Es la mejora manera, segun Susana, de ser feliz.
Cual sea haya sido la razon, un muchacho la miraba de reojo insistentemente. Susana no suele darse cuenta de la mayoria de cosas que suceden a su alrededor, pero no significa que no las sienta. Entonces, ante tan insistente sentimiento de ser observada, Susana voltea y se encuentra con un rostro molesto que se dirigia hacia ella. No sabia qué hizo, pero sabía que debió haber sido horrible para provocar plasmar semejante disgusto en aquel rostro. Fueron solo 2 segundos, suficientes para que Susana comprendiera que su existencia incomoda tambien a los desconocidos. La baja autoestima siempre esta al acecho de sus victimas reincidentes, son presa facil y no exigen mucho esfuerzo de convencer.

Con lo que no conto la baja autoestima, era que Susana tenia la mala costumbre de enfrentar su vida real en su vida interior. Trató de recordar cual era el motivo por el cual el muchacho podria mirarla asi. No le era familiar, nunca lo habia visto; no podria haberle dicho algo que le ofenda. No se veia como aquel tipo de personas egocentricas que siguen los vacios de moda, que usualmente rechazan la manera de pensar de nuestra Susana, incomprensible para sus simples mentes; de modo que no podia odiarla por eso.

Cual era entonces su razon? Susana penso que seguro era su imaginacion. Si! esa era la solucion! era por su imaginacion. No comprendes a que me refiero? Te lo explicaré con gusto:

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