"Vámonos" le dije cuando llegó a su casa. Había estado esperándolo en su puerta con mi maleta desde hace ya 3 horas.
- ¿A dónde? ¿Por qué tienes una maleta?- Me preguntó sonriendo nerviosamente.
- Coge lo que necesitas para 2 días, vamos a desaparecer un rato.
Entró a su casa desconcertado, no sabía qué hacer. Me dejó en su sala y fué a su cuarto en silencio. Mientras lo esperaba me pregunté si estaba haciendo lo correcto. Quería hace tanto tiempo desaparecer sólo un momento, y él era la única persona con la que querría hacerlo. Empecé a dudar sobre mi decisión, no sabía a donde llegaríamos, no tenía idea del lugar hacia el que iríamos. No sabía qué comeríamos, ni dónde dormiríamos, lo único que tenía en mi mente es asombrarme con las cosas desconocidas y que él esté a mi lado para que nada malo me pase.
¿Por qué es la única persona con la que me siento bien? Me hace reír, me sigue la corriente, me mira diferente, como si quisiera leerme la mente, y cuando dice mi nombre, siento que lo dice del corazón. Cuando hablo con él siento que puedo decir cualquier cosa, lo mas extraño e inusual y que me va a entender y se reirá conmigo. Cuando lo veo siento que quiero abrazarlo hasta que se quede sin aliento, y que cuando lo suelte, estar tan cerca de él que se intoxique con mi olor. Siento que cada vez que me alejo de él, su alma le grita a la mía "quédate", pero que su mente lo enmudece con un "tu sólo le harías daño". Aún quiero saber el secreto en sus pies para saber como huye de todos a los que él pide ayuda. Y es tan difícil pedir ayuda. Lo es más para él.
Escuché ruidos en dirección a su cuarto, me pregunté si habrá estado arreglando sus cosas ¿Sería posible que haya decidido ir conmigo?¿Eso quiere decir que quiere desaparecer conmigo?¿Podría ser que todo lo que siento cuando estoy con él y lo que creo que él piensa es realidad? ¿Puedo entender acaso lo que el siente?¿Puedo sentir lo que él piensa? ¿Podría ser yo la persona especial que guarda en su corazón? Si fuera la única persona en su universo, no importaría cuantas veces sus pies huyan de mi, yo siempre iría detrás de él, siempre lo seguiría, aunque me rompa el corazón.
Cuando me contó como decidió huir de los sentimientos tristes me dio nostalgia, pues es lo que yo había hecho cuando tenía 7 años. Quería decirle todas esas cosas que mi yo de 7 años necesitaba oír. Pero le tengo miedo, le tengo más miedo de lo que él cree. Lo irónico es que él huye de mí porque tiene el mismo miedo. Recordé cuando andábamos con muchas personas al rededor nuestro, siempre él era el que resaltaba. Y siempre había chicas en sus labios. Y yo siempre lo miraba, deseando ser él. Pero esas chicas no eran como yo. Siempre fui alguien diferente para él, siempre soy diferente para todos. Soy como un hermanito, y yo lo siento como un hermano. ¿Pero y este sentimiento de incesto de mi parte?...no existe.
¿Y que tal si no soy la única que se siente así a su lado? Él siempre es como es con todo el mundo, conmigo nunca es diferente. ¿Podría ser que para él sea eso, su hermanito y nada más? ¿Por qué quisiera besar a alguien como yo, tan masculina? Hay tantas chicas hermosas e inteligentes, graciosas y decentes, que seguro sentirían lo mismo por él. ¿Por qué él sentiría que quiere estar a mi lado? Tal vez porque soy la única que cree escuchar su "no me dejes" ahogado en sus manos cada vez que me alejo de su esquina. Al fin y al cabo no somos nada más que Susana y él.
"Sólo quiero que me dejes sanarte para que tu sonrisa me cure" pensé cursimente, mientras reconsideraba la idea de abandonar su casa y evitarle hacerse cargo de mi por 2 días en un lugar desconocido.
"Ya, vamos" dijo sonriéndome desde su puerta. Tenía una mochila negra y roja que se veía algo pesada. Mi corazón se detuvo unos minutos, luego, como un huaico, la sangre reventó en mis ventrículos y creí que iba a salir de mi caja toráxica. No sabía qué hacer y al acercarme a él, a la puerta, pude ver más cerca sus ojos. De pronto, como magia, ya no tenía dudas, ni miedo, ni inseguridades. No importaba si él no sentía ese incesto por mí; sabía que con mi hermano mayor, a donde fuera, nunca más me sentiría confundida, perdida, o sola.
- ¿A dónde? ¿Por qué tienes una maleta?- Me preguntó sonriendo nerviosamente.
- Coge lo que necesitas para 2 días, vamos a desaparecer un rato.
Entró a su casa desconcertado, no sabía qué hacer. Me dejó en su sala y fué a su cuarto en silencio. Mientras lo esperaba me pregunté si estaba haciendo lo correcto. Quería hace tanto tiempo desaparecer sólo un momento, y él era la única persona con la que querría hacerlo. Empecé a dudar sobre mi decisión, no sabía a donde llegaríamos, no tenía idea del lugar hacia el que iríamos. No sabía qué comeríamos, ni dónde dormiríamos, lo único que tenía en mi mente es asombrarme con las cosas desconocidas y que él esté a mi lado para que nada malo me pase.
¿Por qué es la única persona con la que me siento bien? Me hace reír, me sigue la corriente, me mira diferente, como si quisiera leerme la mente, y cuando dice mi nombre, siento que lo dice del corazón. Cuando hablo con él siento que puedo decir cualquier cosa, lo mas extraño e inusual y que me va a entender y se reirá conmigo. Cuando lo veo siento que quiero abrazarlo hasta que se quede sin aliento, y que cuando lo suelte, estar tan cerca de él que se intoxique con mi olor. Siento que cada vez que me alejo de él, su alma le grita a la mía "quédate", pero que su mente lo enmudece con un "tu sólo le harías daño". Aún quiero saber el secreto en sus pies para saber como huye de todos a los que él pide ayuda. Y es tan difícil pedir ayuda. Lo es más para él.
Escuché ruidos en dirección a su cuarto, me pregunté si habrá estado arreglando sus cosas ¿Sería posible que haya decidido ir conmigo?¿Eso quiere decir que quiere desaparecer conmigo?¿Podría ser que todo lo que siento cuando estoy con él y lo que creo que él piensa es realidad? ¿Puedo entender acaso lo que el siente?¿Puedo sentir lo que él piensa? ¿Podría ser yo la persona especial que guarda en su corazón? Si fuera la única persona en su universo, no importaría cuantas veces sus pies huyan de mi, yo siempre iría detrás de él, siempre lo seguiría, aunque me rompa el corazón.
Cuando me contó como decidió huir de los sentimientos tristes me dio nostalgia, pues es lo que yo había hecho cuando tenía 7 años. Quería decirle todas esas cosas que mi yo de 7 años necesitaba oír. Pero le tengo miedo, le tengo más miedo de lo que él cree. Lo irónico es que él huye de mí porque tiene el mismo miedo. Recordé cuando andábamos con muchas personas al rededor nuestro, siempre él era el que resaltaba. Y siempre había chicas en sus labios. Y yo siempre lo miraba, deseando ser él. Pero esas chicas no eran como yo. Siempre fui alguien diferente para él, siempre soy diferente para todos. Soy como un hermanito, y yo lo siento como un hermano. ¿Pero y este sentimiento de incesto de mi parte?...no existe.
¿Y que tal si no soy la única que se siente así a su lado? Él siempre es como es con todo el mundo, conmigo nunca es diferente. ¿Podría ser que para él sea eso, su hermanito y nada más? ¿Por qué quisiera besar a alguien como yo, tan masculina? Hay tantas chicas hermosas e inteligentes, graciosas y decentes, que seguro sentirían lo mismo por él. ¿Por qué él sentiría que quiere estar a mi lado? Tal vez porque soy la única que cree escuchar su "no me dejes" ahogado en sus manos cada vez que me alejo de su esquina. Al fin y al cabo no somos nada más que Susana y él.
"Sólo quiero que me dejes sanarte para que tu sonrisa me cure" pensé cursimente, mientras reconsideraba la idea de abandonar su casa y evitarle hacerse cargo de mi por 2 días en un lugar desconocido.
"Ya, vamos" dijo sonriéndome desde su puerta. Tenía una mochila negra y roja que se veía algo pesada. Mi corazón se detuvo unos minutos, luego, como un huaico, la sangre reventó en mis ventrículos y creí que iba a salir de mi caja toráxica. No sabía qué hacer y al acercarme a él, a la puerta, pude ver más cerca sus ojos. De pronto, como magia, ya no tenía dudas, ni miedo, ni inseguridades. No importaba si él no sentía ese incesto por mí; sabía que con mi hermano mayor, a donde fuera, nunca más me sentiría confundida, perdida, o sola.
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