Su llegada a esa casa le asombró. No sabía cómo había llegado hasta ese lugar que sólo unos cuantos conocen. Él quería decirle algo importante y por eso estaba allí. Al parecer ese lugar no era tan desconocido para él, lo que hizo que ella sospechara de sus intenciones. A medida que pasaba el tiempo ella intentaba hacerle hablar, pero él no encontraba las palabras, al parecer lo que quería decirle no era tan fácil. A juzgar por la manera en que la miraba, lo que tenía que decirle no era algo negativo. Siempre había alguien interrumpiendo, y cada vez llegaba más gente a ese lugar. La lluvia llegó y sólo lo mojó a él. Dejó su polo y su casaca en un rincón y se quedó en BVD. Se paró frente a ella. Suspiró. Se miraron a los ojos y cuando él iba a hablar, ella no pudo reprimir lo que había querido hacer desde el momento que lo volvió a ver. Puso sus brazos alrededor de su cuello. Él dio un paso hacia atrás y sus brazos entre los dos. Ella sabía que él no quería que lo abrazara, pero no le importaba lo que él sentía, nunca le había importado. Colocó su cachete junto al de él y este pudo olerla. El tiempo se detuvo y él entendió que ella sabía lo que él quería decirle así que dejó que el abrazo se calara por sus huesos. Volvieron a la realidad y él decidió marcharse. Ya no tenía nada que hacer ahí. Cogió sus cosas y al salir vió en la calle pasaban personas cargando un ataúd.
Se despertó y buscó el significado de soñar con ataúdes:
“…significa el fin, la ‘muerte’ de una dependencia moral o material”
Desde ese día, ninguno de los dos volvió a pensar en el otro.
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