No fué el hecho de que iba en la bicicleta de Sebastián a las 6:30 am por la casa de sempai, pensando en comprar chocolates y gaseosa para comer camino a casa. Fué la sensación de felicidad y tranquilidad, de contento y satisfacción con mi vida lo que me hizo despertar. Nunca pensé soñar que estaba feliz haciendo nada, tarareando mientras montaba esa pequeña bicicleta con el viento en mi pelo.
El viernes pusieron sus manos en mi cabeza, y me sentí como un perrito. Si hubiera tenido cola seguro se hubiera agitado con fuerza durante toda la noche. Me agradan mucho y aún están distantes pero sentí que quizas, en algún momento, yo podía encajar un poquito. Como esa pieza del rompecabezas que parece ser y sorprende que no entre ya que su forma y color encajan perfectamente. No puedo expresar que sus sonrisas me hicieron feliz, a pesar de que para ellos debe ser normal ser amable. Hasta me invitaron comida y me taparon al dormir. Alguien me cuidó mientras yo no estaba y al ser la primera vez que pasa, me ha conmovido tanto que no sé como podré mirarles a la cara otra vez. Tanto habrá sido mi comodidad con sus seres que me dejé llevar y me dejé ahí sin preocuparme de lo que me podia pasar. Estaba segura con ellos. Me sentí asi de conchuda. Es extrañamente etéreo este sentimiento tan cálido que sentí, como frágil y liberador. Y aunque en mi ausencia la otra se encargó de dejarme en ridículo y se puso cargosa como siempre, no me importa. Por un momento sentí que le agradaba realmente a alguien y que no les importaba lo cargosa que puedo ser.
Nadie quizas entienda el valor de lo que hize el viernes. Aceptar ponerme en esa situación tan vulnerable para alguien que no cree que alguien pueda aceptarle tal y como es. Quizas a ellos no les paresca que hicieron algo sumamente especial para alguien, quizas nunca lo sepan, pero le pusieron una curita a mi tan desquebrajada alma. Así esa curita se caiga, fuí realmente feliz despues de mucho tiempo con un grupo de personas en particular. Tal vez no pueda volar como una mosca, pero descubrí que puedo planear, como una cometa.
I'm learning to walk again, and like baby footsteps, i may fall....but surely i'll try it again.
El viernes pusieron sus manos en mi cabeza, y me sentí como un perrito. Si hubiera tenido cola seguro se hubiera agitado con fuerza durante toda la noche. Me agradan mucho y aún están distantes pero sentí que quizas, en algún momento, yo podía encajar un poquito. Como esa pieza del rompecabezas que parece ser y sorprende que no entre ya que su forma y color encajan perfectamente. No puedo expresar que sus sonrisas me hicieron feliz, a pesar de que para ellos debe ser normal ser amable. Hasta me invitaron comida y me taparon al dormir. Alguien me cuidó mientras yo no estaba y al ser la primera vez que pasa, me ha conmovido tanto que no sé como podré mirarles a la cara otra vez. Tanto habrá sido mi comodidad con sus seres que me dejé llevar y me dejé ahí sin preocuparme de lo que me podia pasar. Estaba segura con ellos. Me sentí asi de conchuda. Es extrañamente etéreo este sentimiento tan cálido que sentí, como frágil y liberador. Y aunque en mi ausencia la otra se encargó de dejarme en ridículo y se puso cargosa como siempre, no me importa. Por un momento sentí que le agradaba realmente a alguien y que no les importaba lo cargosa que puedo ser.
Nadie quizas entienda el valor de lo que hize el viernes. Aceptar ponerme en esa situación tan vulnerable para alguien que no cree que alguien pueda aceptarle tal y como es. Quizas a ellos no les paresca que hicieron algo sumamente especial para alguien, quizas nunca lo sepan, pero le pusieron una curita a mi tan desquebrajada alma. Así esa curita se caiga, fuí realmente feliz despues de mucho tiempo con un grupo de personas en particular. Tal vez no pueda volar como una mosca, pero descubrí que puedo planear, como una cometa.
I'm learning to walk again, and like baby footsteps, i may fall....but surely i'll try it again.
Comentarios