ESTRELLA


Sólo bastó un "miau" para abrir mis ojos. Muchas veces siento cuando alguien me nesecita. Ella está sola y confundida, un sentimiento que seguro muchos identifican en su alma. Abrí la puerta y la oscuridad de mi casa me descubrió un cielo de lo más brillante. La felicidad y paz que me llenaron en ese momento fueron tan nostálgicas, que cuando se revolcó en el sucio suelo, lo hice yo también. Sabía que no quería que la consolara, que no la abrace y le recitara las falsas promesas de "siempre estaré contigo". Sólo estaba ahí, echada igual que ella, con las hormigas caminando por mis brazos y las hojas de mi viejo árbol cayendo en mi pelo. Era el mismo cielo de siempre. Siempre tan luminoso en la soledad de la noche. Y estaba ella, mi estrella favorita. A un lado, las ramas de aquél viejo árbol que todo veía; impedían, en complicidad del viento, que su luz llegara a mis pupilas.
Muchas veces había deseado estar allá arriba, siempre las buscaba en el cielo anaranjado de la ciudad gris, pero por más que buscaba cegarme con su pureza, ni siquiera la más grande de ellas podía llegar a iluminarme en las mañanas. Detesto esa ciudad, se parece mucho a mí. 
Levanté mi mano queriendo alcanzarlas, por alguna extraña razón pensé que me llamaban [tal vez era el Sr. Alienigena] me sorprendió lo increíblemente cerca que estaban. Sentía que las podía tocar. Normalmente uno se siente insignificante para el universo al verlas, pero yo no me sentia pequeña [y eso que mido poco más de metro y medio], sentía que podía , de hecho, tocarlas.
Bajé mi mano, pues tuve miedo de tocarlas ¿Qué pasaría si las tocara? Si llegara a las estrellas que siempre quise montar ¿Qué haría luego? ¿Eso sería todo?...¿Y para qué?
Me quedé echada preguntándome más preguntas de las que el mismo Dios me podría contestar. "Miau" y de nuevo abrí mis ojos. "Es hora de volver a mi cama". Me miró con curiosidad, creo que me quería decir algo. Sé que aún quiere que la escuche, pero no puedo entenderla. Sólo puedo estar ahí rascándole la cabeza y dándole de comer.

Al llegar a mi puerta quise asegurarme de que no estaba intentando entrar conmigo y mi estrella favorita me llamó. Pensé en todo lo que no digo...y brilló.
Talvez pueda llegar a ella y montarla y luego extinguirme con ella. Eso estaria bien.

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