HUIR

"NO TE QUIERO" me dijo un día. Sus ojos escondidos eran tan fríos, que mi piel se puso de gallina. Lo dijo mirandome, asi que sentí su sinceridad. Escuché como mi corazón se detuvo de pronto. "EN SERIO, NO TE QUIERO, NUNCA LO HE HECHO ASI QUE DEJAME EN PAZ" y no dejaba de mirarme. Sentí un calor intenso en los ojos, tan fuerte que se empezaron a derretir. En mi esófago se abrió un hoyo que obstruyó mi respiración. El aire no llegaba a mis pulmones y en mi garganta se habían atorado palabras y saliva. Mis brazos se sintieron como si pesaran 100 kilos y me arrodillé sin poder sostenerme. "QUÉ HACES? DEJAME! ENTIENDE QUE NO TE NESECITO, POR QUÉ NO DESAPARECES?" Miré sus ojos rojos y molestos. Sus fosas nasales estaban abiertas y la piel que se arrugaba al lado de su boca llena de repulsión me lastimaban el alma. Me odiaba. Yo queria con todo mi ser a esa persona, pero me odiaba y quería que yo desapareciera. Cerré mis ojos y le supliqué que me dejara quedarme con una voz entrecortada que jamás me oí emitir. "DEBERIAS MORIR" y entonces lo entendí. Sí, yo debería morir. Si esa persona no quiere que yo esté a su lado, entonces no tengo ningún motivo para seguir existiendo en su mundo.

No me despedí, para no hacerle perder más tiempo. Puse una sábana cubriendo el espejo, y desde ese día no la volví a ver más.

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