Este es el último post que me vas a inspirar, lindo gatito:
Dolor insoportable, palpitante.
El cerebro inflamado por la batalla en mis venas.
La laringe tan herida que ni una palabra se podía escribir.
Cerré los ojos lacrimosos y soñé.
Lentamente te metiste con el humo de tus cigarros en mis pulmones.
Mi ADN está configurado para odiarte.
Mi sangre lucha para expulsarte de mi.
A tu lado me vuelvo lava. Flácida, sin forma, caliente y peligrosa.
Sólo puedes estar a mi lado una vez antes de que me convierta en roca.
Numerosas pastillas he tomado que sólo me adormecen, pero tu sigues ahí en mis venas.
En mi saliva, en mi boca.
Todos los sonidos me parecen ensordecedores. En el silencio te aprecio mejor.
Si me callo lo suficiente puedo oírte en mi respiración.
Una dosis de anticuerpos con caparazones, para sacarme el veneno de tu soledad.
Nunca anhelé tenerte pero se siente tan bien, la melancolía de tenerte en mis venas.
Como alguna vez...
El adormecimiento, el hormigueo, la mierda atascada en mis intestinos, las ganas de vomitar. Todo lo que me has causado, presente y ausente.
Entonces entendí que la única manera de que me dejes de doler es haciéndome que me dejes.
Lo bueno de tí, enfermedad, es que siempre actúas igual.
ERES UNA ENFERMEDAD PROMISCUA Y TIENES UN PATRÓN DE PUTO.
¿Sorprendido? Yo no. Me das nauseas. Me enfermas.
Cerré mis ojos, secos y desperté.
Curada y sintiéndome mejor que nunca.
Fuiste una alucinación por la fiebre.
Dolor insoportable, palpitante.
El cerebro inflamado por la batalla en mis venas.
La laringe tan herida que ni una palabra se podía escribir.
Cerré los ojos lacrimosos y soñé.
Lentamente te metiste con el humo de tus cigarros en mis pulmones.
Mi ADN está configurado para odiarte.
Mi sangre lucha para expulsarte de mi.
A tu lado me vuelvo lava. Flácida, sin forma, caliente y peligrosa.
Sólo puedes estar a mi lado una vez antes de que me convierta en roca.
Numerosas pastillas he tomado que sólo me adormecen, pero tu sigues ahí en mis venas.
En mi saliva, en mi boca.
Todos los sonidos me parecen ensordecedores. En el silencio te aprecio mejor.
Si me callo lo suficiente puedo oírte en mi respiración.
Una dosis de anticuerpos con caparazones, para sacarme el veneno de tu soledad.
Nunca anhelé tenerte pero se siente tan bien, la melancolía de tenerte en mis venas.
Como alguna vez...
El adormecimiento, el hormigueo, la mierda atascada en mis intestinos, las ganas de vomitar. Todo lo que me has causado, presente y ausente.
Entonces entendí que la única manera de que me dejes de doler es haciéndome que me dejes.
Lo bueno de tí, enfermedad, es que siempre actúas igual.
ERES UNA ENFERMEDAD PROMISCUA Y TIENES UN PATRÓN DE PUTO.
¿Sorprendido? Yo no. Me das nauseas. Me enfermas.
Cerré mis ojos, secos y desperté.
Curada y sintiéndome mejor que nunca.
Fuiste una alucinación por la fiebre.
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