Yo nací, fui curiosa, habladora, energética, ingeniosa, observadora, sensible, apegada, feliz.
Nunca me cuestioné sobre la ausencia de mi papá o mamá.
Me lo cuestioné el día que una profesora me dijo que los padres que quieren a sus hijos son los que van al colegio.
Jamás me pregunté el porqué habían señoras que nos cuidaban y no mi mamá,
Me lo cuestioné el día que una profesora me dijo que los padres que quieren a sus hijos son los que van al colegio.
Jamás me pregunté el porqué habían señoras que nos cuidaban y no mi mamá,
Me lo cuestioné cuando en clase mencionaron que era deber de la mamá hacer todo lo que hacía la señora que trabajaba en mi casa.
No sabía porque nunca debíamos dejar que un hombre entre a mi casa. Lo hice el día que un desconocido ingresó con el cuento de ser un pariente de mi papá, y para su mala suerte, ese día mi papá estaba en la ciudad.
Yo no entendía qué significaba que alguien te guste, hasta que las amigas de mi hermana mayor me dijeron que el miedo que le tenía a un niño en particular era que me gustaba.
No pensaba en el significado de una familia feliz, hasta que fui a dormir en la casa de una amiga del cole.
No habían golpes de su hermana y su mamá hacía postres que nos daba cada vez que iba.
Yo creía que dios iba a resolver todas mis dudas mientras más rezara, pero mientras más rezaba menos cosas buenas me pasaban.
Yo pensaba que mi vida era normal, hasta que los demás comenzaron a decirme que no. El colegio me dijo que no, las familias de los demás me dijeron que no. Mi papá me dijo que no. El rostro moribundo me dijo que no. Las nubes en el cielo me dijeron que no. La niña que era mi amiga me dijo que no.
Yo morí, fui desidiosa, callada, pausada, lerda, distraída, apática, lejana, yo.
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