Manipuladora

 "No me dejes" me dijo desde la entrada al pasillo. Su pelaje tricolor brillaba con el sol. Sentada, me veía partir. Ella sabía que esta vez ya no iba a volver pronto.

"No me dejes" le dije desde el suelo, porque no podía moverme del dolor emocional. Sus ojos rojos me miraban a lo lejos, y me pedían que acabara con su pena.

"No me dejes" me dijeron mi primer amor y el último, y la que no quería que la dejaran era yo.

Igual, me quedé a su lado, siempre.

Comentarios