Globito de agua

En un carnaval de sonrisas, emociones, y sensaciones, mi depresión vuelve como el  globo de agua en la cara, que no viste venir.

Tengo tanto miedo de que ese carnaval no sea yo, que dejé el medicamento que me hacía normal.

Estoy asustada pero siento que necesito de la enfermedad para purgarme, o para condenarme.

Necesito ser miserable porque ser feliz es un pecado para mí. Ser feliz significa lastimar a otros. Para que yo sea feliz, otros deben ser infelices. 

Siempre ha sido esa la condición de mi felicidad.

Y siempre ha sido esa la condición: mi felicidad o la de los demás. Esa es mi maldición. 

No exagero, no soy simbolica, ni poética. Es lo que siento. Es lo que vivo, es lo que es.

No puedo existir si el mundo existe. 

O me voy a la mierda, o se van todos a la mierda. Nunca hay otra opción.

Y así como el globo que reventó en la cara de mis intenciones de ser normal, el agua de mi locura baña mi alma en esta noche donde soy nadie  y soy nada.

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